La causa judicial involucra denuncias por supuesta usurpación y contaminación por la construcción de un desecho de escombros junto al proyecto minero Pachón
La Argentina es escenario de un conflicto que protagonizan dos gigantes de la industria minera internacional. Se trata por un lado del grupo Luksic, propiedad de una de las familias más ricas de Chile dedicada a las explotaciones mineras, los ferrocarriles y las bebidas (entre otras, son dueños de la cervecera CCU). Del otro lado, se encuentra el grupo suizo Glencore, uno de los mayores en negocios mineros, de energía y agricultura en todo el mundo.
El problema comenzó hace casi 10 años. El grupo Luksic, a través de la firma Antofagasta, opera desde 1999 la mina Los Pelambres en Chile, pegada a la frontera argentina a la altura de la provincia de San Juan.
Según consta en la denuncia, a partir de 2007 Los Pelambres construyó una escombrera de alrededor de 60 hectáreas traspasando la frontera, en suelo sanjuanino, sin permisos.
Las tierras que ocuparon pertenecen al proyecto Pachón, de Glencore, en San Juan. La firma suiza asegura que no solo no autorizó esa construcción (tampoco la provincia) sino que además allí se depositan rocas con potencialidad de daño ambiental y se afectaron lagunas y cauces de agua. En 2014, ante la continuidad de funcionamiento de la escombrera, Pachón inició la demanda para que se retire, se haga una rehabilitación ambiental de la zona y se paguen daños y perjuicios. En el sector se estima que solo el retiro de la escombrera demandaría unos u$s 200 millones.
Ahora, el Juzgado Federal Número 2 de San Juan resolvió citar a declaración indagatoria al actual Gerente General de Minera Los Pelambres, Robert Andrew Mayne-Nicholls Secul, y a dos ex Gerentes Generales, Ignacio Cruz Zabala y Alberto Cerda Mery. Deberán presentarse a fines de octubre. Los delitos por los que están imputados son contaminación (art. 55 de la ley 24.015), usurpación de propiedad privada (art. 181, incisos 1 y 2 del Código Penal Argentino), y usurpación de aguas (art. 182, incisos 1, 2 y 3 del Código Penal Argentino).
La escombrera ya contiene aproximadamente 50 millones de toneladas de material y unos 500 neumáticos usados. Y según analizan en Glencore todavía es difícil de saber cuáles son los daños ambientales ya ocasionados, además de las consecuencias que tendrá en el proyecto Pachón, que todavía no tiene fecha de comienzo.
El tema está siendo tratado también a nivel provincial y entre la Argentina y Chile. La administración sanjuanina firmó un acuerdo con Minera Los Pelambres para avanzar en una solución, pero desde Glencore pretenden su nulidad ya que consideran que no hay precisiones para los trabajos que deben realizarse. Esta semana se habilitó un paso fronterizo para que se retiren los neumáticos y se aisle la escombrera, pero no tiene fechas ni se resuelve la quita de la escombrera en suelo argentino. Por las consecuencias ambientales que puedan ocasionarse, numerosas ONGs expusieron su preocupación. Hay además un pedido de la cancillería argentina con el objetivo de devolver la situación al estado anterior a la construcción de la escombrera, que todavía no avanza.
El conflicto se da en un momento en donde las mineras están afectadas por los bajos niveles de precios de los commodities a nivel internacional.
Fuente: El Cronista
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