BIOS ha propuesto al Intendente Municipal modificaciones para la obtención de datos útiles, y saber si estamos mejor o peor que antes.
Al no concedérsenos una reunión virtual –solicitada en razón del contexto COVID- con el área de Bromatología de la Municipalidad de General Pueyrredón, hemos entregado por Mesa de Entradas del despacho del Intendente Municipal, Dr. Guillermo Montenegro, nuestras observaciones hacia estrategias que permitan optimizar los resultados del Programa de Muestreo y Control de Agroquímicos y Contaminantes Microbiológicos en Productos Frutihortícolas Frescos.
Recordamos que hace doce años, BIOS relevó la residualidad de agroquímicos biocidas en los vegetales de consumo humano en este Municipio, con resultados desalentadores, especialmente comparados con las actas oficiales de SENASA que a lo largo de años, se acumulaban en un estante municipal, avisando a las autoridades que las muestras que ellos tomaban regularmente, daban mal. Y muy mal.
Como es público, BIOS interpuso entonces una denuncia penal por presunto envenenamiento ante la Fiscalía Ambiental, que generó una serie de interesantes reacciones, entre ellas, la creación del Programa de Muestreo y Control de Agroquímicos y Contaminantes Microbiológicos en Productos Frutihortícolas Frescos, que obtiene desde entonces valiosos datos.
Pero, luego de tantos años, observamos que el método que se utiliza es inconducente para saber si a fin del día, estamos mejor o peor que en 2013 en la calidad de nuestros vegetales de consumo diario.
Un diseño analítico pobremente diseñado termina por impedir un adecuado análisis de datos. BIOS propone un muestreo prolijo y sistemático que permita no sólo un análisis estandarizado -y por lo tanto sencillo- de los datos, sino también valiosas conclusiones, para afirmar o no que la producción frutihortícola en el Partido de General Pueyrredón va por el sendero que lleva a la protección del ambiente y la salud de los productores y consumidores.
Estamos aguardando en estos días, que se nos autorice a poder leer los resultados recogidos por el Programa correspondientes a los últimos meses, proceso de autorización, por otro lado, inexplicablemente lento. La nota presentada en el día de la fecha, debajo.
Agradecemos calurosamente la asistencia técnica otorgada a:
nuestras compañeras, la Dra. Rocío Damiano y la Dra. Karina Miglioranza;
el director de la Escuela de Medicina, Dr. Adrián Alassino;
la Dra. en Ciencias Biológicas Andreína Césari;
la Dra. M. Agustina Etchegoyen.
REVISIÓN DE LAS METODOLOGÍAS DE TABULACIÓN DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS POR EL PROGRAMA
De los informes anteriores provistos por este Programa, se desprende que el objetivo es poder informar, de manera transversal, la proporción de muestras de hortalizas y frutas que son aptas para consumo en función de su contenido de agrotóxicos. Este enfoque transversal no permite dar continuidad al control, sino que aporta datos aislados del conjunto de muestras que se tomó en un momento dado, sin guardar correspondencia con el conjunto de muestras de frutas y hortalizas del período anterior.
Entendemos que para reflejar mejor la realidad, es necesario un monitoreo continuado, en el cual se siga en el tiempo una muestra específica establecida, creando lo que llamamos “cohorte”, en este caso de hortalizas y frutas. Para lograrlo, se debe primero determinar qué se encuentra disponible en el mercado local, lo que variará a su vez de manera estacional. Por lo tanto, han de definirse las especies a muestrear para cada estación y sostener este diseño a lo largo de todos los años que dure este programa. Cuanto mayor sea el número de muestreos realizados durante el año (idealmente con periodicidad mensual), mayor será la representatividad y por lo tanto la contundencia de los datos obtenidos. En caso de incorporarse nuevas especies, éstas se agregarían al muestreo sin omitir las anteriores, mientras que, en el caso de interrumpirse la producción de otras, esto debe explicitarse claramente.
Por cuestiones operativas, no es posible muestrear a todos los mercados minoristas y mayoristas del cordón frutihortícola, por lo que lo más adecuado e imparcial es plantear una estrategia de muestreo que tenga en cuenta tanto la zona que se pretende estudiar como el número y tipo (supermercado, puesto callejero, mercado mayorista, comercio barrial) de establecimientos en ella contenidos. Esto evitaría que se produzcan sesgos por cercanía, accesibilidad o cualquier otra conveniencia durante la selección de los establecimientos. Respecto de las especies a muestrear, deberían cubrirse, como mínimo, las de mayor consumo por parte de la población.
En el documento adjunto de la FAO “Recommended methods of sampling for the determination of pesticide residues for compliance with MRLS” CAC/GL 33-1999 [1], la Tabla 1 establece el número de muestras primarias a tomar según el peso y homogeneidad del lote que se estudia. Análogamente, el número de muestras de una hortaliza en un comercio minorista debería ajustarse según el peso total de la misma existente en ese establecimiento. En la Tabla 2, se encuentra descrito el número de muestras a tomar según la proporción de muestras “no aptas” esperada. Este dato, puede extraerse de las ediciones anteriores del Programa. Se observará que los N requeridos son cifras asequibles, incluso similares a las por el Departamento de Bromatología local previamente reportadas.
En el artículo que se sugiere “Análisis de plaguicidas y calidad de frutos cítricos en el mercado interno de Corrientes- Argentina” [2], puede observarse en la Tabla 1 de la sección de Materiales y Métodos, la planificación de un muestreo de distintas variedades cítricas durante distintas estaciones del año. Cabe destacar que este trabajo realizado a priori facilita notablemente el procesamiento final de datos.
Una vez realizados un muestreo y análisis de laboratorio adecuado, los agroquímicos biocidas detectados podrán tabularse, al menos, por especie y estación del año correspondiente. Es fundamental en este punto que los agroquímicos biocidas buscados sean siempre los mismos y con equipamiento de alta sensibilidad analítica y de manera constante, o bien se explicite muy claramente en caso de suceder lo contrario. Cada nivel detectado puede ser de esta manera clasificado en No detectable, Detectable por debajo del LMR, Detectable por encima del LMR y Desvío de Uso. Pueden presentarse resultados globales de muestras “aptas” y “no aptas”, pero estos son menos informativos si no se discriminan las especies y se comparan con los resultados anteriores.
Dicho todo esto, la información debería presentarse por especie y con temporalidad, para así poder saber cómo evolucionan las concentraciones con el tiempo. De otro modo, insistimos, se trata de datos aislados que no permiten lograr analizar la trazabilidad ni el éxito del Programa.
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