Compartimos el documento elaborado por Claudio Lowy, miembro del nodo Tandil de BIOS en el que se aborda varios de los aspectos controversiales sobre el registro, aprobación y liberación de agrotóxicos en nuestro país.
De acuerdo al Dr. Lowy indica que para que un agroquímico biocida pueda ser comercializado y liberado masivamente al ambiente en la producción agraria hegemónica, primero tiene que ser registrado, dicho registro es competencia del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). La empresa que lo registra se llama Empresa Registrante o
Persona Registrante.
En los términos de un asesor internacional de corporaciones productoras de agroquímicos biocidas, el registro de un formulado de agroquímico biocida puede ser considerado el banderillazo de su salida al mercado.
Mercado, de los llamados “fitosanitarios”, que es de miles de millones de dólares, por lo que ese registro está sometido a múltiples presiones por parte de las corporaciones que buscan su registro. Y es también el motivo por el cual debería ser transparente e informado hacia la población en general, que padecerá las consecuencias de su comercialización y liberación. Sin embargo, no es así.
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