El dato surgió luego de un trabajo de investigación que realizaron docentes, estudiantes y graduados de la Unicen. Advirtieron sobre los daños en la salud que implica la presencia de estos plaguicidas que fueron formulados para eliminar vida. Preocupación porque la ordenanza local permite su utilización en espacios verdes públicos y privados.
En el marco de los proyectos denominados EcoAgricultura, del Programa de Voluntariado Universitario, docentes, estudiantes y graduados de distintas carreas de la Universidad Nacional del Centro (Unicen) presentaron un informe que develó que al menos en 15 escuelas rurales de Tandil hay restos de plaguicidas agroquímicos en suelo y agua.
El propósito de los proyectos fue promover el conocimiento de la agroecología y la producción orgánica en el ámbito de esos establecimientos educativos, como alternativas sostenibles de producción de alimentos, es decir amigables con el ambiente y beneficiosas para la salud.
Pudieron advertir que en el caso del partido de Tandil, la preocupación de la comunidad educativa con relación a las pulverizaciones ha ido en aumento ya que las mismas se realizan en las inmediaciones de las escuelas.
Atendiendo a esa necesidad de información, pudieron corroborar que cuando en las escuelas no debería haber presencia de agroquímicos plaguicidas, sí se econtraron en todos los colegios estudiados, tanto en el suelo como en el agua.
La inclusión del análisis de muestras de agua y suelo en estos dos proyectos de extensión universitaria obedece al propósito de atender la percepción de riesgo ante la evidencia de la presencia de sustancias tóxicas en el ámbito donde niños y docentes desarrollan sus actividades.
En sus conclusiones, advirtieron que el uso de productos biocidas sintéticos, particularmente en las vaporizaciones periódicas en los campos de cultivos aledaños a las escuelas rurales, pone en riesgo la salud de los alumnos y educadores.
El informe es sumamente amplio y fue presentado a través del canal de Youtube de la Unicen. Allí también explicaron algunos conceptos necesarios para el seguimiento de la línea investigativa, como a qué se considera tóxico y los tipos o grados de toxicidad que hay. Asimismo, ahondaron sobre las características de los 16 plaguicidas detectados, su clasificación, acción y efectos.

El procedimiento y el hallazgo
Graciela Canziani, una de las desarrolladoras del informe presentado, es profesora en la Facultad de Ciencias Exactas, Unicen, y forma parte del Instituto Multidisciplinario sobre Ecosistemas y Desarrollo Sustentable, y brindó detalles del trabajo
Si bien advirtió que lo encontrado no son concentraciones que impliquen una toxicidad aguda, sostuvo que sí pueden producir efectos o enfermedades a largo plazo, cuando hay exposición frecuente. Esto es especialmente nocivo para los chicos, que están creciendo y son vulnerables.
Al decir agrotóxicos, los investigadores se refieren a productos o ingredientes activos que están diseñados para eliminar formas de vida, llamadas por los humanos “plagas”. Por lo tanto, sus residuos podrían encontrarse también en viviendas rurales o en una plaza de la ciudad, ya que allí también son utilizados conforme la ordenanza vigente.
El trabajo fue realizado sobre esas 15 escuelas, seleccionadas con la colaboración de la Jefatura Distrital entre 2017 y 2018, o sea que en el ciento por ciento de las entidades estudiadas encontraron plaguicidas. En algunas sólo uno o dos ingredientes activos, pero en otras hasta ocho distintos, tanto en agua como en suelo.
Con la colaboración de Virgina Aparicio y Eduardo De Gerónimo del INTA Balcarce, tomaron las muestras para detectar qué agroquímicos estaban presentes y luego calcularon las concentraciones, que si bien fueron bajas, rastrearon las características de cada uno de los 16 plaguicidas y sus consecuencias tanto en la salud como en los ecosistemas.
Para esto compararon con normativas de países de hemisferio norte y Australia. “Nuestra investigación fue bibliográfica para posicionarnos y nos demostró que hacen falta estudios epidemiológicos para determinar el estado de la gente en Tandil, particularmente”, indicó. Por otro lado, marcó que en la Unicen hay varios grupos trabajando en lo que refiere a la problemática del ecosistema, ya que es muy amplio el espectro de temas a investigar, como el punto de vista sociológico y la exposición de quienes viven en zonas rurales.

Los daños en la salud
“Los agroquímicos plaguicidas que se liberan al ambiente son absolutamente incontrolables, en el desplazamiento, persistencia y en el efecto que tienen porque dependen de factores ambientales como cantidad de materia orgánica, temperatura, viento, humedad, calidad del suelo y presencia de microorganismos que puedan degradarlos”, explicó.
Sobre las consecuencias de las concentraciones de estos ingredientes activos, indicó que hay muchos grupos de investigación que apuntan a develar la genotoxicidad. Trajo a colación el caso de contaminación del agua en Pergamino, donde el juez tomó las pruebas de resultados en estudiantes rurales de Córdoba para fijar la distancia de 1095 metros libre de plaguicidas en los alrededores de las casas.
Mencionó que existen varios cursos de investigación sobre daños genéticos y otros tipos de contaminación, como en partículas de suelo barridas por el viento y algunos que se enfocan en los algodones, gasas y tampones con restos de glisfosato, como para mencionar algunos. “En Argentina hay una cantidad considerable de trabajos”, dijo.

La ordenanza en Tandil
“Aquí se permite la aplicación de plaguicidas de clasificación 3 y 4, o sea banda azul y banda verde, en cualquier espacio verde público o privado; de hecho algunas personas los usan para eliminar los yuyos de sus casas”, explicó. Aunque esta clasificación indicaría que son poco tóxicos, son bastante nocivos, y la especialista marcó que son varios los tipos y difieren en su forma de acción. Advirtió que lo más peligroso de esto es que muchas veces los utilizan en forma conjunta.
Cabe recordar que el año pasado, en agosto, Canziani realizó la presentación ante Banca XXI de un anteproyecto para modificar la legislación de aplicación en este partido, según informó al conversar con el programa “Cosas que pasan” de Tandil FM (104.1), las comisiones del Concejo Deliberante están analizando la propuesta y han charlado con especialistas de otros sectores.
Distinguió que aquí y en ciudades de alrededores hay varios productores agroecológicos y consideró que lo necesario es que desde los municipios se promueva esta forma de hacer alimentos, brindando asesoramiento a quienes quieran reconvertirse.
“La decisión política no ha sido tomada y hace falta acercar ayuda a quienes quieran producir de otra forma”, sostuvo.

Las escuelas rurales participantes
– JIRIMM 913, Azucena
– JIRIMM 2 y EEP 64 “Almafuerte”, paraje La Patria, también llamado paraje Santa Teresa
– EEP 4 “Mariano Moreno”, Cerro Leones
– EEP 6 “Amanecer de Esperanzas”, paraje San Antonio
– EEP 12 “Miguel de Azcuénaga”, paraje Los Mimbres
– EEP 19 “Bernardino Rivadavia”, Gardey
– EEP 29 “Cornelio Saavedra”, Desvío Aguirre
– EEP 33 “Guillermo E. Hudson”, paraje La Porteña
– EES 5 María Ignacia Vela
– EES 6 Ext.2020, paraje San Antonio
– EES 13 De la Canal
– EES 16 “Mariano Moreno”, Cerro Leones
– EES Agropecuaria 1 “Dr. Ramón Santamarina”
– EES Técnica 2 Anexo 3021 Fulton
– EES Técnica 4 Gardey.

Fuente: El Eco

Puede ver el comunicado de BIOS acá con dicho estudio

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