Se realizó el viernes en el INE (Instituto Nacional de Epidemiología) de Mar del Plata el encuentro LA SALUD EN LOS TIEMPOS DEL AGROTOXICO, organizado por BIOS Argentina.
Con una asistencia que colmó las expectativas, el Dr. Andrés Carrasco, médico investigador principal del CONICET y Jefe del Laboratorio de Embriología de la Facultad de Medicina de la UBA, presentó sus estudios acerca de los efectos del glifosato en embriones y reflexionó sobre el actual sistema de Ciencia y Técnica al servicio del lucro y de las corporaciones. “La ciencia iba a ser para el bienestar de la sociedad, generar más riqueza y bienestar. Desde la segunda guerra mundial, éso se cayó en pedazos. Y esta ciencia que nos impusieron, construida por un capitalismo fundado en el oro robado en Latinoamérica y en la depredación, fue impuesta como hecho civilizatorio, como única lógica de progreso”. “La ciencia ha tomado un camino que no es benéfico. Esta ciencia está en crisis. Y este caso del glifosato ya no es un problema científico sino político, porque responde a un modelo diseñado no para nuestras necesidades, sino para que les sirva a “otros”. Hoy, las formas de penetración están en las instituciones científicas… El CONICET tuvo un premio Monsanto. Esta ciencia que defiende el glifosato está controlada por los grandes intereses. Hoy el conocimiento es un instrumento de dominación pues las instituciones científicas, las universidades y los gobiernos han perdido su control. Hoy en realidad el Estado está para darle al Sr. Grobocopatel 5 millones de pesos para que su fundación Bioceres participe de una join venture con Bio Sidus y el que hoy es el Ministerio de CyT en la construcción en Rosario de un centro de semillas transgénicas. Financiado por el Estado pero los que marcan la línea son las empresas privadas semilleras. Esto es un problema de SOBERANIA”
El Dr. Darío Gianfelici, médico especializado en salud mental y gerontología, de Entre Ríos señaló “Este problema es un tema ambiental, social, político y económico. Porque estas personas que se van a enfermar, “alguien” los tiene que atender. Y los va a atender un efector público, que es pagado por todos nosotros. Si no hay una decisión política de resolver este tema, no se resolverá. Seguiremos dejando nuestra salud en manos de las empresas”.
El Dr. Osvaldo Cotela, Médico jefe a cargo del Depto. De Vigilancia y Clínica Epidemiológica y Jefe Programa de Enfermedades Transmitidas por Alimentos del INE, hizo una relación entre los decires de la Organización Mundial de la Salud a través de la Organización Panamericana de la Salud acerca de la imperiosa necesidad de aplicar el principio precautorio ante la posibilidad (ya hoy certeza comprobada) de las prácticas, sustancias y tecnologías que se apliquen, perjudiciales a la salud y el ambiente.
El panel que BIOS convocó ha sido de punta a nivel nacional. Lo último acerca de las investigaciones en el tema, fue expuesto en esta mesa.
BIOS se sorprende que, habiendo invitado a TODOS los Sres. Concejales; al Secretario de Salud de la comuna, a los directores de los hospitales, clínicas y sanatorios del distrito, a los profesionales de la salud de las salas periféricas que se hallan a diario frente a casos de afecciones con plaguicidas, ninguno de ellos asistió. Sólo se hizo presente de empleado interesado de Bromatología.
Y recordamos con pena que existe en un cajón del Ejecutivo Municipal nuestra ordenanza (aprobada hace más de un año por unanimidad en el HCD) no reglamentada, que busca separar a los habitantes del distrito que viven en los bordes de las zonas urbanas, y que son víctimas permanentes de las fumigaciones.
BIOS lamenta coincidir con el panel en que el gobierno ha perdido soberanía y se doblega ante las exigencias de los intereses económicos que priorizan la venta de veneno por encima de la protección de la salud y el ambiente, que debiera ser obligación irrenunciable.
Con una asistencia que colmó las expectativas, el Dr. Andrés Carrasco, médico investigador principal del CONICET y Jefe del Laboratorio de Embriología de la Facultad de Medicina de la UBA, presentó sus estudios acerca de los efectos del glifosato en embriones y reflexionó sobre el actual sistema de Ciencia y Técnica al servicio del lucro y de las corporaciones. “La ciencia iba a ser para el bienestar de la sociedad, generar más riqueza y bienestar. Desde la segunda guerra mundial, éso se cayó en pedazos. Y esta ciencia que nos impusieron, construida por un capitalismo fundado en el oro robado en Latinoamérica y en la depredación, fue impuesta como hecho civilizatorio, como única lógica de progreso”. “La ciencia ha tomado un camino que no es benéfico. Esta ciencia está en crisis. Y este caso del glifosato ya no es un problema científico sino político, porque responde a un modelo diseñado no para nuestras necesidades, sino para que les sirva a “otros”. Hoy, las formas de penetración están en las instituciones científicas… El CONICET tuvo un premio Monsanto. Esta ciencia que defiende el glifosato está controlada por los grandes intereses. Hoy el conocimiento es un instrumento de dominación pues las instituciones científicas, las universidades y los gobiernos han perdido su control. Hoy en realidad el Estado está para darle al Sr. Grobocopatel 5 millones de pesos para que su fundación Bioceres participe de una join venture con Bio Sidus y el que hoy es el Ministerio de CyT en la construcción en Rosario de un centro de semillas transgénicas. Financiado por el Estado pero los que marcan la línea son las empresas privadas semilleras. Esto es un problema de SOBERANIA”
El Dr. Darío Gianfelici, médico especializado en salud mental y gerontología, de Entre Ríos señaló “Este problema es un tema ambiental, social, político y económico. Porque estas personas que se van a enfermar, “alguien” los tiene que atender. Y los va a atender un efector público, que es pagado por todos nosotros. Si no hay una decisión política de resolver este tema, no se resolverá. Seguiremos dejando nuestra salud en manos de las empresas”.
El Dr. Osvaldo Cotela, Médico jefe a cargo del Depto. De Vigilancia y Clínica Epidemiológica y Jefe Programa de Enfermedades Transmitidas por Alimentos del INE, hizo una relación entre los decires de la Organización Mundial de la Salud a través de la Organización Panamericana de la Salud acerca de la imperiosa necesidad de aplicar el principio precautorio ante la posibilidad (ya hoy certeza comprobada) de las prácticas, sustancias y tecnologías que se apliquen, perjudiciales a la salud y el ambiente.
El panel que BIOS convocó ha sido de punta a nivel nacional. Lo último acerca de las investigaciones en el tema, fue expuesto en esta mesa.
BIOS se sorprende que, habiendo invitado a TODOS los Sres. Concejales; al Secretario de Salud de la comuna, a los directores de los hospitales, clínicas y sanatorios del distrito, a los profesionales de la salud de las salas periféricas que se hallan a diario frente a casos de afecciones con plaguicidas, ninguno de ellos asistió. Sólo se hizo presente de empleado interesado de Bromatología.
Y recordamos con pena que existe en un cajón del Ejecutivo Municipal nuestra ordenanza (aprobada hace más de un año por unanimidad en el HCD) no reglamentada, que busca separar a los habitantes del distrito que viven en los bordes de las zonas urbanas, y que son víctimas permanentes de las fumigaciones.
BIOS lamenta coincidir con el panel en que el gobierno ha perdido soberanía y se doblega ante las exigencias de los intereses económicos que priorizan la venta de veneno por encima de la protección de la salud y el ambiente, que debiera ser obligación irrenunciable.
En breve, estarán las conferencias subidas a nuestra web.
Contacto
Lic. Silvana Buján (0223) 479-2474
[email protected]
[email protected]
.